Tus lágrimas fluían (tal vez con algún moco)
abundan como el pródigo caudal del Amazonas.
lo mismo que se esconden las aguas del Guadiana.
recuerda a los meandros del río Misisipi.
con las tonalidades del río Colorado.
que son como avenidas del Ganges o el Yangtsé.
parecen, en caudales, el Río de la Plata.
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