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sábado, 14 de febrero de 2015

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Pablo Iglesias busca una foto con el Rey cuya Monarquía quiere abolir




ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS / MADRID
Día 14/02/2015 - 03.10h

Zarzuela le recibirá, como a otros políticos, pero cuando no haya procesos electorales

«Hemos solicitado una audiencia con el Jefe del Estado y para mí será un placer conversar con el Jefe del Estado. Tendremos muchas diferencias, pero quiero expresar al actual Jefe del Estado cómo vemos nosotros las cosas. Nos han dado acuse de recibo, pero no tenemos respuesta». Con estas palabras, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, anunció hace unos días en un plató de televisión que había pedido ser recibido por el Rey cuya Monarquía quiere abolir.
Según Iglesias, «la Monarquía representa la imagen de la casta, de la corrupción, de los privilegiados, la imagen que contrasta con la gente normal». En su opinión, «un país decente no se puede permitir gentuza como ésta viviendo del trabajo de la gente». Así lo afirmó en una asamblea ciudadana celebrada en Valladolid a principios de 2014. De Don Felipe dice que «si es tan listo, tan alto, tan guapo, habla tan bien inglés, francés, que se presente a las elecciones y, si la gente le quiere votar, que le elijan como a todo hijo de vecino».
Cuando Iglesias anunció que le había pedido audiencia, para evitar la palabra Rey, lo llamó tres veces «Jefe del Estado» -título que parece olvidar que era el que utilizaba Franco-. Además, en la manifestación del pasado sábado 31 de enero en la Puerta del Sol, sus seguidores ondearon exclusivamente banderas republicanas, aparte de algunas andaluzas, griegas y cubanas. Pero no había ni una sola enseña española.

Contactos habituales
Zarzuela ha confirmado la petición de audiencia de Pablo Iglesias y queDon Felipe le recibirá, igual que a los otros políticos que también han solicitado ver al Rey. Pero todas esas audiencias, junto a las de los presidentes autonómicos que tienen pendiente reunirse con el Monarca -entre ellos Artur Mas-, se celebrarán fuera de cualquier proceso electoral. Como poco, habrá que esperar hasta junio, después de las elecciones andaluzas, convocadas para el 22 de marzo, y de las autonómicas y municipales, que tendrán lugar a finales de mayo. El plazo que se abrirá entonces será corto, pues para septiembre también están anunciadas las elecciones catalanas y antes de que termine el año, las generales.
La Casa del Rey aplicará el mismo criterio que siguió Don Juan Carlos, quien recibió a los responsables de prácticamente todos los partidos políticos con representación parlamentaria desde que se restauró la democracia: desde Santiago Carrillo (PCE) a Blas Piñar (Unión Nacional), pasando por los representantes de UCD, PP, PSOE, IU, CiU, PNV, UPyD o incluso los de Herri Batasuna, Esquerra Republicana o Amaiur, entre otros.
A alguno de ellos, Don Juan Carlos le recibió exlusivamente por «mandato constitucional», ya que esas audiencias formaban parte de las rondas de contactos con los grupos parlamentarios para proponer al candidato a presidente del Gobierno tras la celebración de elecciones. Pero, además de esas audiencias por imperativo legal, forma parte de la tradición democrática que los nuevos secretarios generales de los partidos pidan audiencia al Rey tras su elección, como ha hecho ahora Pablo Iglesias.
Curiosamente, la petición de Iglesias se produce en un momento especialmente oportuno para él: justo cuando se avecinan cuatro importantes citas electorales en España. Aunque Iglesias nunca ha ocultado su republicanismo, él sabe que una foto con el Rey en estos momentos podría suponer el aval institucional que necesita para vencer al miedo que sus propuestas radicales han provocado en el electorado más moderado. Además, se da la circunstancia -y en los partidos lo saben- de que Don Felipe es la persona de la vida pública que obtiene mayores niveles de popularidad en las encuestas.
Sin embargo, en Zarzuela, la neutralidad de la Corona se aplica a rajatabla. Por esta razón, en cuanto se acerca algún proceso electoral -como ocurre ahora-, la Familia Real procura alejarse de la actividad pública con presencia de políticos y se concentra en los actos de la sociedad civil. De esta forma, se evita facilitar una foto con el Rey al líder de un partido concreto en un momento como éste, en el que podría ser utilizada como arma electoral y dejaría en inferioridad de condiciones a otros candidatos.
En otras ocasiones, en las que se ha temido que se pudiera utilizar políticamente una foto con el Rey, la Institución ha buscado fórmulas para evitarlo. Así ocurrió en diciembre de 2004, cuando Hugo Chávez fue recibido por los Reyes «en privado» y se evitó así una foto que podría haber envenenado aún más las relaciones en el Gobierno y la oposición, después de que el entonces ministro Moratinos acusara a José María Aznar de haber apoyado en 2002 el golpe de Estado para derrocar a Chávez.

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